De sabio es reconocer nuestra infinita ignorancia, porque la llevaremos sobre nuestros hombros, hasta el día de nuestra muerte. También de sabio es nutrirse y crecer con las lecciones que nos dan las experiencias de vida, a través de aquellas personas que tildamos o etiquetamos como ignorantes.Ellas descalifican nuestra soberbia, para estimularnos a practicar la humildad, sin embargo, generalmente a través del libre albedrío, escogemos sobresaturar nuestro soberbio ego.
El conocimiento de los seres humanos es parcial y la sabiduría muy limitada. Lo que si es ilimitado, son las potencialidades que tenemos los seres humanos para generar cambios encaminados hacia el amor, la bondad y la humildad.
Simple, sencillo, natural: Oro para que la humildad no abandone mi corazón, ni el de mis seres amados...Abro mi mente a la sabiduría que nace de la experiencia, para aprender de mis propios errores y de los errores ajenos...Pero sobre todo, aprendo de mi propia ignorancia.
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