Sólo cuando comprendí (Sin renunciar a mi fe), el significado de la frase: “Ayúdate que yo te ayudaré”, fue cuando entendí que muchas de mis súplicas, buscaban que todo me cayera del cielo mientras estaba de rodillas. Simple y sencillo... Desde el instante en que reenfoqué mi diario vivir y ejercité los procesos internos y externos de autoayuda, comenzaron a llover los milagros por todas partes.
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