Con relativa frecuencia me reúno
para con mis acosadores/saboteadores internos. Esos, que se han convertido
en un gran obstáculo para alcanzar cualquier meta, propósito u objetivo
que me proponga. Los que llaman inseguridad miedo y desconfianza. Luego
de observarlos acuciosamente por los lados, detrás, de arriba abajo y
de abajo arriba, buscando sus rostros, termino percatándome que no son
más que fantasmas; una creación artística de mi imaginación. Finalmente
termino en réplica y replicada; sentada segura, osada y confiada,
dialogando en libertad con mi cuerpo, mi mente y mi
espíritu.
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