martes, 10 de enero de 2017

TOCANDO FONDO


     En un país tan rico como éste, no se justifica ni uno sólo de los niños y niñas que están durmiendo en la calle, sacando comida de la basura y ejerciendo la mendicidad en lugares públicos. Menos se justifica donde se pregona tanto la equidad y la justicia social. He llegado al límite. He tocado fondo. La miseria humana finalmente ha destruido mi fortaleza y mis sueños de ver una niñez feliz y protegida. He llorado por lo único que realmente vale la pena llorar...Por humanidad.
   
Estamos nuevamente ante la presencia del flagelo más despiadado y peligroso de una familia, un gobierno o una sociedad : "La indolencia y mirada indiferente", ante la niñez abandonada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario