Mi fe es integral, no es fraccionable. Es un acto interno, íntimo, natural, sencillo, simple, libre e inteligente, caracterizado por un amor infinito, una sensación gozosa de dicha, que hace que mi corazón cabalgue sonoro, palpitante, dentro de mi pecho con sinceridad y humildad. Mantiene firme, vivos y energéticos, mis propósitos, mi yo consciente, mis creencias, la certeza y confianza en mis acciones. Hace que fluya como manantial de agua viva, el bienestar y la paz interior, a través de las profundas grietas de comprensión de mis experiencias vividas y las acepte como un proceso natural y simple de aprendizaje vital, capaz de transformar de negativa a positiva mi percepción de la vida. Mí fe es inquebrantable. Es un todo. Es una gracia Es una convicción consciente de simple vivir.
De mi filosofía simple de la fe, brotan chorros de bienestar, esperanza, paz y felicidad día a día.

No hay comentarios:
Publicar un comentario